21 Ago BABEL
El mundo del vino no es la excepción.
En el mundo del vino nos expresamos en lenguaje natural (ese que se presume entendido o entendible por todos), pero integrando muchos elementos técnicos que provienen de la vitivinicultura y de la enología, como también de otras áreas vinculadas.
Hoy no nos ocuparemos de estos últimos, sino de algunos términos del lenguaje natural que aparecen frecuentemente y en los que se presenta la ambigüedad, uno de los problemas que dificultan la transmisión y la interpretación precisas.
Palabras que se escriben o se pronuncian de manera idéntica o muy similar pueden designar varias cosas distintas. Veamos algunos ejemplos:
Borgoña, Borgoña y Borgoña
“Borgoña” es la palabra en idioma español que designa a la Bourgogne, región vitivinícola francesa de enorme fama y reconocimiento, reino de las cepas Chardonnay y Pinot Noir.
Es verdad que la región sería la única auténtica “Borgoña”, o al menos la original, pero no podemos desconocer otros usos del término. El término es unívoco para la gran mayoría del mundo hispanohablante… con la excepción de los que habitan el Perú, y también de varios argentinos.
Es que en Perú, cuando se dice “Borgoña”, lo primero que vendrá a la mente del consumidor probablemente no será la región francesa, sino la cepa y/o el vino que se elabora a partir de ella. En estas tierras –y sólo aquí- se denomina “Borgoña” a la variedad híbrida Isabella. También se suele llamar “Borgoña” al vino –muchas veces semidulce o dulce, y siempre para consumir joven- que a partir de ella se elabora. La variedad fue descubierta en Carolina del Norte (EEUU), y se cree que aquí habría llegado al Perú no directamente, sino a través de Europa. Tal vez de allí habría tomado el nombre…
Y en Argentina, aunque las cosas han cambiado muchísimo desde la reconversión del sector vitivinícola a partir de la década de los noventa, todavía queda mucha gente que al escuchar “Borgoña” recordará inmediatamente algunas etiquetas muy populares. Debido al aumento del conocimiento y del nivel de exigencia de los consumidores, han ido desapareciendo del mercado. Eran vinos tintos de corte, que no tenían nada que ver con el estilo de los vinos de la Bourgogne, y tampoco contenían Pinot Noir.
La Rioja, Rioja y La Rioja
“La Rioja” es una comunidad autónoma, uniprovincial, situada al norte de España.
“Rioja” (no “La Rioja”) es el nombre de la tradicional Denominación de Origen Calificada (DOC). Comprende municipios no sólo de la provincia de La Rioja, sino también parte de los Países Vascos y de Navarra. Esto es: la DOC no coincide exactamente con la provincia del mismo nombre. A sus vinos suele llamárseles simplemente “riojas”, tanto tintos –de estilo inconfundible- como blancos.
Un aporte más a la confusión general: “La Rioja” designa también a una provincia vitivinícola argentina situada en la Región Noroeste del país.
Tokaj, Tokaji, Tocai y Tokay
“Tokaj Hegyalja” es la más famosa de las regiones vitivinícolas húngaras, situada en las estribaciones del Macizo Septentrional, contra la frontera eslovaca. Se pronuncia “tocai”, y a veces se la traduce al inglés como “Tokay”.
“Tokaji” (y no “Tokaj”, “Tokay” o “Tocai”!) es el espléndido e inimitable vino producido en esta región, uno de los mejores blancos dulces del mundo, elaborado con uvas botritizadas de las cepas furmint y harslevelü. En húngaro “Tokaji” significa literalmente “Vino de Tokaj”.
“Tocai” (más precisamente “Tocai Friulano”) es una variedad de uva. ¿O debemos decir que “era”? En realidad, si bien los italianos de Friuli festejaron su última cosecha en el 2006, la variedad sigue siendo la misma que desde hace siglos es utilizada en esa región para elaborar su vino varietal, que como tal lleva el mismo nombre. Desde el 31 de marzo de 2007, y porque Hungría así lo impuso en su tratado de adhesión a la Unión Europea, el único “Tokaji” que existe es el gentilicio que designa al vino de Tokaj Hegyalja, y la cepa en cuestión debe denominarse simplemente “friulano”. Sin embargo, no es tan sencillo que productores y consumidores adopten el nuevo nombre de un día para el otro, sobre todo en otras latitudes donde la variedad también se cultiva (Argentina, por ejemplo).
Y hay más. Existe también la cepa francesa “Tokay d’Alsace”, que nada tendría que ver con la “friulano”, ni tampoco con las cepas utilizadas para elaborar el Tokaji.
En todos los casos, vemos que es el contexto en el que utilicemos los términos el que puede arrojar luz sobre su ambigüedad. Pero para poder distinguir y comprender, es indispensable que de antemano conozcamos la existencia de las diferencias, y sus alcances.