Existe una bella palabra griega que Andrea Bruno aprendió de un gran profesor, cuando estaba estudiando Derecho. El término es “areté” (ἀρετή), y es traducido al español como “virtud” y “excelencia”.
Sócrates y Platón la utilizaban para referirse a la máxima posibilidad de desarrollo de las capacidades, conocimientos y potencialidades intelectuales y morales de una persona.
En Excella encontramos gran inspiración en el significado profundo de “areté”. No se trata sólo de incorporar conocimientos, sino también de utilizarlos éticamente. |